He visto el día
en potestad de la noche
donde una luna
irradiaba entrañas
de sol.
en la umbra, un poeta
martes, 3 de octubre de 2017
Largas avenidas
Son largas estas avenidas de veredas rotas y esquinas sucias, de sombras caminando presos por una pantalla. Andamos ciegos entre tanta multitud que no importa cuán profundo es la herida que se lleva dentro, los litros y litros de alcohol que va destilando en una única lágrima invisible cada vez que se sonríe, o la ardorosa espina que inca, inca, e inca. Y de pronto llegan las noticias que el mundo se resquebraja y que son millones de llantos verdaderos sangrando por esas avenidas rotas por los edificios caídos, los árboles destripados, chatarra curuvicada por esas calles inaccesibles, entonces, pensás lo efímero y frágiles que somos, entonces, extendés el alma hacía esos humanos que nos hermana, no importando fronteras ni banderas. Estás con ellos, allí, en espíritu, mientras a tu lado está esa razón, por el cual, el mundo cada vez es más bello por más dura sea la vida, ya que sentís tu alma fortalecida y no importa caminar por esas largas avenidas, con sus veredas rotas y calles sucias, si de tu mano está ella, dándote luz a cada instante.
La sombra de un poema
Si mastico luz
para escupir la noche
ya no me quedan madrugadas
quemándose en los candelabros
para escupir la noche
ya no me quedan madrugadas
quemándose en los candelabros
El flujo
discontinuo de este existir
se conjuga en la pluma
de un ave
que vuela sin límites
por horizontes próximos
discontinuo de este existir
se conjuga en la pluma
de un ave
que vuela sin límites
por horizontes próximos
Es el poema
que solo
se queda dormido
en su rincón de olvido.
que solo
se queda dormido
en su rincón de olvido.
lunes, 24 de octubre de 2016
UN ACTO DE AMOR
No cabe el silencio
pues él habla
desde lo inmenso
con su ensordecedor
idioma de colores
Parlotéa sin cesar
vislumbra ecos
para el murmullo
de nuestros ojos
cuando en catarsis
quedamos prendidos
al contemplarlos
sutiles
soberbios
entrañables
Comparando con el canto
mismo del zorzal
para que su efímera vida
sea el más bello
recuerdo en una naturaleza
muerta
Ante la muerte
la vida
Unos cantos vinientes
de una cercana dimensión
colorea
lo gris
existente
en esta inexistencia
al que caemos paulatinamente
Ante esa caída
una ráfaga
o una sencilla luz encendida
en ese rincón exacto
donde nisiquiera
la punta de la nariz se ve
Abriendo las manos
esperando que llueva
los pétalos marchitolentos
de esa rosa en la palma
resuciten y ganen
la batallas... Todas las batallas que quedan.
© Santiago Morinigo.
pues él habla
desde lo inmenso
con su ensordecedor
idioma de colores
Parlotéa sin cesar
vislumbra ecos
para el murmullo
de nuestros ojos
cuando en catarsis
quedamos prendidos
al contemplarlos
sutiles
soberbios
entrañables
Comparando con el canto
mismo del zorzal
para que su efímera vida
sea el más bello
recuerdo en una naturaleza
muerta
Ante la muerte
la vida
Unos cantos vinientes
de una cercana dimensión
colorea
lo gris
existente
en esta inexistencia
al que caemos paulatinamente
Ante esa caída
una ráfaga
o una sencilla luz encendida
en ese rincón exacto
donde nisiquiera
la punta de la nariz se ve
Abriendo las manos
esperando que llueva
los pétalos marchitolentos
de esa rosa en la palma
resuciten y ganen
la batallas... Todas las batallas que quedan.
© Santiago Morinigo.
RESPIRAR ARTE
Una argamasa
se forma
en las manos
por las cenizas
del tiempo
Un pálpito
derrama su lágrima
cuya soledad
intrínseca toma
por aliadas
gotas de lluvia
que sin respiro
respira las aguas
anacrónicas
que se consumen
amén del rayo lunar
que ansía salir airosa
entrecortándose
por las nubes serenas
que intenta esculpir
lo que la mamo sostiene
Es que la cosa no es
tomar un puñado
de palabras
y transformarlas
en ave
o arco iris
es moldear su esencia
y volverlas
montañas
o monumentos
Hay una constelación
a ser descubierta
al elucubrar
mensajes vinientes
de los paraísos perdidos
o de los infiernos hallados
Toda manifestación
tiene un poco de alma
y esa alma
es una verdad
revelada hacia
aquella alma
con necesidad
de alma
con necesidad
de vuelo
de vuelo inmaterial
de navegar
sin viento
de caminar
con fuego
de respirar
un cielo
y por más
que sientas
lo que sientas
la lluvia no lastima
así por que si
si no se transforman
en versos.
© Santiago Morinigo.
se forma
en las manos
por las cenizas
del tiempo
Un pálpito
derrama su lágrima
cuya soledad
intrínseca toma
por aliadas
gotas de lluvia
que sin respiro
respira las aguas
anacrónicas
que se consumen
amén del rayo lunar
que ansía salir airosa
entrecortándose
por las nubes serenas
que intenta esculpir
lo que la mamo sostiene
Es que la cosa no es
tomar un puñado
de palabras
y transformarlas
en ave
o arco iris
es moldear su esencia
y volverlas
montañas
o monumentos
Hay una constelación
a ser descubierta
al elucubrar
mensajes vinientes
de los paraísos perdidos
o de los infiernos hallados
Toda manifestación
tiene un poco de alma
y esa alma
es una verdad
revelada hacia
aquella alma
con necesidad
de alma
con necesidad
de vuelo
de vuelo inmaterial
de navegar
sin viento
de caminar
con fuego
de respirar
un cielo
y por más
que sientas
lo que sientas
la lluvia no lastima
así por que si
si no se transforman
en versos.
© Santiago Morinigo.
PURPÚREA
La fisura carne
de un corazón
que se incinera
purpúrea y paulatinamente
en el yin y yang
de sus latitudes
es un desgarrado
grito oscuro
que colapsa arterias
cuando por la ellas fluye
¡ aún!
Las iniciales
de ése nombre
que era mundo
artículo
nube
cielo
esa cosa inapelable
de los castillos
en el aire.
© Santiago Morinigo.
de un corazón
que se incinera
purpúrea y paulatinamente
en el yin y yang
de sus latitudes
es un desgarrado
grito oscuro
que colapsa arterias
cuando por la ellas fluye
¡ aún!
Las iniciales
de ése nombre
que era mundo
artículo
nube
cielo
esa cosa inapelable
de los castillos
en el aire.
© Santiago Morinigo.
VERTIENTE
Es atérida
la sombra que se siente
cuando nada se toca
Cuando el alma
se columpia
en la oquedad
de mil ruiseñores
silenciados
La depreciación
sonámbula de pétalos
robadas al tiempo
inocula brío
a modo de luz
En el introito
vascular de ése cielo
quieto y atemporal
libélulas heridas
desmadran su atmósfera
y de esa sangre revelada
Un poema
se erige.
© Santiago Morinigo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)