Sentir evanescerse
mientras una lágrima de fuego
nos traspasa el alma
y la parte en dos
En esta catarsis diaria
el horizonte se viste
de trueno y agoniza
en esa lejanía
lo perdido se gana
el corazón muta su dolencia
y deshecha los escombros
que ocultan a sus ojos
Quizás es en este estado demencial
cercano al cielo
donde podemos codearnos
con ángeles
¿ O demonios?
No importa
todo subyace
todo evanece
Pero el amor
es perenne.
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