viernes, 10 de septiembre de 2010

LA CADENCIA DE LA LLUVIA

Uno eran
la unidad del todo
almas repartidas
hacia un mismo sino
sol y luna
mar y cielo

La eternidad estaba
en los ojos
en las manos
en el pecho
con la claridad
del canto sublime

Sones en melodia
disonantes suenan.

Las calles simulan
ecos rotos
y albergan
la mitad del todo
¿o la mitad de la nada?

¡Fisión!
La realidad se engulle
en si misma
y lo morbo pinta
de colores abstractos
paredes repentinas

Sendas perdidas
lacónico tumulto
¿qué hay del porvenir?

Milagro
no cabe el milagro
soplan brisas atéridas
un cuerpo tirita
el otro¿?....

El universo
separa dos cuerpos
que uno eran.

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