signos y más signos
se alzan las manos hacia el cielo
y un crepúsculo amargo
escupe su infierno
en estas latitudes duelen los pasos
como laceraciones que cristo a recibido
en espera
en espera de que tras el horizonte
este la sonrisa de un génesis nuevo
y que la luz nos bañe
en toda esta oscuridad latente e imperante.